La chica del paraguas amarillo




Sin rumbo caminaba con otra persona como compañía cuando, de pronto, se puso a llover. Miles de gotitas comenzaron a caer sin ton ni son y, al contrario que otras veces, se tapó con un paraguas. En ese momento, un chico la encontró y, a partir de aquel instante, supo que sería ella.

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S.Fernando/Sevilla, Cádiz/Sevilla, Spain
"Una profunda pesadez atenazó sus miembros, su pecho se cubrió de gruesa corteza, su pelo se convirtió en hojas, sus brazos en ramas y sus pies, antes tan veloces, fueron atrapados por lentas raíces, mientras que su rostro fue la copa. Nada quedó de ella, excepto su luminoso encanto."