Uno, dos, siete. 127. Ciento veintisiete
Da igual cuantas veces lo diga, seguirá siendo la misma distancia, puede que incluso se haga más larga.
Da igual que me ponga en mi cuarto, en el baño, en el salón. Cientoveintisietekilómetros.
Parecen muchos.
No son nada comparados con lo que puede haber con otro país, con otra ciudad, pongamos Londres. Dos mil trescientos dieciséis kilómetros. Eso sí que es distancia.
127km no son nada. Una hora y media si vamos por la vía rápida. Dos horas y medias si cruzamos la capital. Y ya no te digo si es domingo, más de tres horas fijo.
Ojalá existiera algo que me transportara. Sé que las máquinas del tiempo no existen. Tampoco puedo "trasladarme" así como así. Pero me da igual. Sé que estás ahí. Sé que estáis ahí. Solo tengo que cerrar los ojos.
Y entonces ni 127, ni 2316, ni días, ni meses, ni años. Vuelvo a donde re-comenzó todo. Hora, sitio, día. Y entonces te veo ahí.
Despistado, interesante, alegre, confiado...
Inauguraste los lunes de nuestras vidas caminando hacia mí, con unas gafas de sol tapando los ojos y una sonrisa conquistando tus labios (y los míos).
Uno, dos, tres y hasta 16 pasos.
Ya estas frente a mí y ahora no hay kilómetros que valgan.
127km
Servido por
Dafne
jueves, 27 de septiembre de 2012
2 tazas de té:
Vamos a dar nuestros 16 pasos, o saltitos, como prefieras. 1... 2...
7...!! Con eso de las mates nuevas ahora juegas con los números.
¿Quién iba a decir que los lunes eran buenos? Y parece ser que pronto, por una vez al menos, volveremos a las viejas costumbres.
Amaneceres.
Sean en la playa, en la catedral. Como si es viendo el rodaje de una película... =)
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