Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy...
Era la alegre hora del asalto y el beso...
Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo...
Como un vaso albergaste la infinita ternura,
y el infinito olvido te trizó como a un vaso...
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas...
y el infinito olvido te trizó como a un vaso...
Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas...
Y la ternura, leve como el agua y la harina.
Y la palabra apenas comenzada en los labios...
Y la palabra apenas comenzada en los labios...
y en él cayó mi anhelo ¡todo en ti fue naufragio!
Es la hora de partir. Oh abandonado!
Pablo Neruda - Fragmentos de La canción desesperada.
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