Así nos va

Harta de esta supuesta maravilla.

Harta de semáforos en ámbar y conductores coléricos que son capaces de pasar por encima de cualquier cráneo con tal de llegar a su fin.
Harta de conductores de piernas que siguen las huellas de los motorizados.
Harta de cajeras de supermercados con más oro en las orejas que La Torre, con más hombres entre sus piernas que cualquier otra pequeña y con un cabreo constante que no procuran ocultar. Se acabaron los "que tenga un buen día."
Harta de kioskeros que no miran a los ojos, que devuelven el dinero con deprecio. Eso que cuesta conseguir y que hemos decidido invertir en su kioskito.
Harta de autobuses caros que tardan la misma vida en cruzar la ciudad y que se paralizan en cuanto sus limpiaparabrisas se topan con un par de gotitas.
Harta de llantos sin lágrimas.
Más harta aún de esas de cocodrilos que siguen mi tic-tac y buscan tenerme entre sus dientes. Harta de que esos cocodrilos me consideren una presa fácil solo porque lo único que sale de mí es mi latir que nunca para y ni hacerlo quiere.
Harta de presiones.
Harta de centinelas que informan de mis pasos a no sé cuál emperador, que siguen órdenes impuestas por la nada.
Harta de marineros de azúcar.
Harta de conformarme con palomas cuando quiero gaviotas.
Harta de Cristos callejeros y de ese sentir falso.
Harta de quienes defienden lo indefendible a golpe de pecho.
Harta de un sol que nace de entre el asfalto y se esconde entre ladrillos.
Harta de ciudad sin amanecer.
Por todo eso y mucho más la pequeña se vuelve menos pequeña. La dama se quita las protecciones y se dispone a enfrentarse a lo que venga con el pecho descubierto. Las penas con goma, no eran menos pena, pero más vale tarde que nunca.

Aquel día que no paraba de llover.

Mira! Una moderna...

Alemán, ese monstruo insoluble

El bardo se aclaró la voz y dijo:

Escucha, ahora os voy a contar,

Una legenda que os cautivara,

El mar se estrellaba contra las rocas de la playa, las nubes oscuras se arremolinaban en el cielo tapando el pálido sol de invierno. La playa adquiría una tonalidad gris, como también gris era el mar que se estrellaba contra. Del agua fría había surgido un gigante rubio de ojos azules, armado con una gruesa armadura y un gran espadón amenazante, chorreaba agua por su cabellera y la sal comenzaba a quedarse allí donde la piel se había secado:

“Ich bin Herr Schrecklichmann, der Eroberer von Schnelldorf” aulló a los cielos “Ich werde eure Reste auf den Steinen streuen und eure rohe Gehirne verschlingen”

El gigantesco hombre se adentró en la playa solitaria hundiendo sus pesadas botas en la arena quebradiza. Llevaba la espada en la mano derecha y la sed de sangre en los claros ojos que fulguraban con un haz de locura roja.

Sin embargo la playa estaba vigilada, una dríade de ojos de miel descendió a la playa con andar grácil, calzaba unas botitas de agua apropiadas para la estación invernal, fría y lluviosa. En su mano derecha portaba un paraguas amarillo y guardados en una bolsa que portaba, una gramática y un diccionario. Con tales armas además de con su voz se prestó a enfrentarse con el temible gigante.

Y prestad oído

El combate sin fin

Estaba servido

E incluso el delfín

Estaba cogido

La princesa de los bosques, con sus botas de agua y su paraguas amarillo, con su gramática y su diccionario, se enfrentó al terrible gigante, con su voz lo ahuyentó sin prestar atención a otras molestias que le atenazaban los sentidos. Victoriosa se volvió hacia los bosques en los que jugaba a la luz de la luna y bajo la lluvia.



Escrito por JK. a.k.a: Mashey

Beatrix


Cocteau twins - Beatrix




PD: Curioso que el video se subiera precisamente el 14 de septiembre =)
PD2: Sí, la canción es tela de rara, pero tiene un algo... no sé...

Coco avant Chanel


La moda desaparece, el estilo permanece.




Gabrielle Bonheur, "Coco" Chanel

Quizá

"Cuando una dama dice no, quiere decir quizá. Cuando dice quizá, quiere decir . Si dice , no es una dama"






Osculeame mucho... =)





(Foto: el beso de Doisneau)


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S.Fernando/Sevilla, Cádiz/Sevilla, Spain
"Una profunda pesadez atenazó sus miembros, su pecho se cubrió de gruesa corteza, su pelo se convirtió en hojas, sus brazos en ramas y sus pies, antes tan veloces, fueron atrapados por lentas raíces, mientras que su rostro fue la copa. Nada quedó de ella, excepto su luminoso encanto."